El Clon

Leonardo Ferrer es un importante y adinerado empresario brasilero. Es viudo y padre de los gemelos Diego y Lucas, quienes fueron inseparables toda su vida. Diego era al que le iba bien con las mujeres, alegre, favorito de todos y el que seguía los pasos de su padre en la empresa. Lucas era más tímido e inseguro, soñador, amante de la música y más recatado en cuanto a las mujeres. Imitaba en todo a su hermano

Ambos, junto a Augusto Albieri, un importante médico que trabaja con la manipulación genética y la clonación animal, viajan a Marruecos, donde se juntarían con su padre y la novia de este, Yvette, quien llega un día antes que Leornardo. En una fiesta en el hotel, Yvette ve a Diego y se le insinúa. Tuvieron un fugaz encuentro que sería el culpable de la pelea entre Diego y su padre, ya que cuando ve que la novia que esperaban todos era ella, le advierte a su padre de lo que pasó, pero no le cree. Diego regresa a Brasil mientras que Leornardo e Yvette viven un gran romance en Marruecos y planean su matrimonio.

En este viaje, Lucas conoce a Jade, una musulmana nacida y criada en Brasil que queda huérfana, por lo que debe viajar a Marruecos y vivir con su tío Ali. Él le tiene arreglado su matrimonio con Said, a lo que ella se niega completamente ya que se enamora de Lucas, quien está dispuesto a convertirse a su religión para casarse con Jade. Sin embargo no se les permite. Por mientras, la pareja se ve a escondidas y planean escapar juntos, sin embargo, el día que escaparían, Lucas tuvo un accidente en el desierto y no llega a la cita. Jade debe volver a la casa de su tío, muy desilusionada. En el mismo momento en que Lucas tuvo el accidente, su hermano Diego, quien viajaba en helicóptero, se estrelló y murió, pero Lucas no se entera hasta que llega a Brasil.

Latifa, prima de Jade, se casó con Mohamed, hermano de Said, y se fue con él a Brasil donde tienen un negocio telas y ropa de Marruecos. El tío Ali decide que Jade viaje con ellos y se quede en Brasil mientras que su novio Said vuelve de un viaje. Una vez en Brasil, Jade planea junto a Lucas el escaparse juntos, ya que Leonardo no aceptó que Jade se fuera a vivir a su casa. A estas alturas Leonardo estaba muy afectado por la muerte de su hijo Diego, terminó con Yvette culpándola de todo lo que pasó con Diego, y quería que Lucas ocupara su lugar en la empresa.


Jade y Lucas acuerdan para encontrarse pero Lucas se asusta y no llega a la cita. Jade vuelve a Marruecos con su tío Ali. Lucas se arrepiente, la sigue, pero no alcanza a impedir su matrimonio con Said por lo que vuelve a Brasil y se casa con Marisa, la amiga de Diego. A los pocos meses el padre de Lucas, quien a estas alturas se parecía mucho más a Diego que a si mismo, lo envía a Marruecos a cerrar un negocio. Marisa lo acompaña y allá Lucas se encontró con Jade, quien le pide que escapen juntos, que vaya al hotel a romper con Marisa y vuelva para que se vayan los dos. Lucas lo hace pero al volver, Jade ya no estaba porque hacía pocos segundos los hombres de su tío la habían encontrado y regresado a su casa

Ella, para que no la azotaran, inventó que se le habían perdido las joyas que le regaló Said y por eso huyó. Lucas vuelve a Brasil pero al día siguiente regresa a Marruecos para buscar a Jade, pero ella había hecho una promesa a Alá, que si Said no mataba a Lucas, ella se olvidaría de él para siempre. Jade le dijo a Lucas que no lo quería. Él volvió a Brasil destrozado y ahí se enteró de que Marisa esperaba un hijo. Ahora están juntos con una niñita de pocos meses -Mel- y Jade planea su escapada a Brasil. Ambos continúan enamorados. Ya en el aeropuerto y con la ayuda de Soraide, la empleada de Ali, Jade está a punto de abordar el avión escondida en un velo negro y anhelando su libertad.

En forma paralela a esta historia de amor, está el conflicto que hoy vive Albieri. Obsesionado con la muerte de su ahijado Diogo, decide hacer un clon de Lucas, ya que se le dio la oportunidad para ello cuando le extrajo a Lucas un lunar de la espalda. Con su célula, fertilizó un óvulo de Deusa, quien tuvo a su hijo Leandro, que hoy tiene dos años de edad y que Albieri trata como si fuera su propio hijo. Él trata de esconderlo para que no lo vean los que conocieron a Diogo y Lucas cuando niños, porque la clonación fue absolutamente perfecta.